En la producción cinematográfica, los efectos visuales (VFX) abarcan tres fases principales: Preproducción, Producción y Postproducción. Contrario a la creencia común, los VFX no solo son responsabilidad de la postproducción. El proceso inicia en la preproducción con I+D, donde se investiga y planifica la implementación de efectos. El previs, una versión animada de la película, guía decisiones creativas. En producción, el escaneo 3D y la supervisión de VFX aseguran la captura adecuada. La postproducción, no lineal, abarca desde keying y rotoscopia hasta composición final, donde cada departamento se entrelaza. Ser generalista, comprendiendo todos los procesos, es una opción poderosa y valiosa en la industria.